Cuando manejamos nos enfrentamos a distintas situaciones con los demás conductores y dejamos salir a flote algunos rasgos de nuestra personalidad que incluso nosotros mismos desconocemos.
En un estudio de seguridad vial realizado por la compañía de neumáticos Goodyear y London School of Economics – LSE en septiembre de 2015, se identificaron 7 personalidades muy comunes en los conductores europeos que concuerdan mucho con los de este lado del hemisferio, ¿te suena familiar alguno?
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Ver ofertasEl profesor
Se encarga de hacerle saber a los demás sus errores siempre, en espera que le sean reconocidos sus conocimientos. Su frase: “Agradece que te corrijo antes de que algo peor suceda”.
El sabelotodo
Nadie a su alrededor conduce de manera correcta, son todos unos incompetentes y suele desahogarse a gritos dentro de su carro, con las ventanas cerradas y frases como “Se ganó el pase en una rifa, ¿verdad?”.
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El competitivo
Para este conductor el tráfico siempre va demasiado lento, es un piloto frustrado de la Fórmula 1. Siempre busca la manera de estar delante de los demás y si es necesario cerrarle el paso a otro, lo hace.
El justiciero
Le encantaría poder castigar a todo aquel que, en su juicio, ha hecho algo mal. Siempre que puede, se lo toma personal y puede incluso perseguir al otro conductor para enfrentarlo y hacerle saber el error que cometió.
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El filósofo
Es el más tranquilo de todos, trata de darle una explicación racional a los errores de los demás, los acepta y sabe controlar sus emociones frente a un mal momento.
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El evasivo
No se trata precisamente del que evade las leyes de tránsito. Este tipo de personalidad ve a todos los demás conductores como una amenaza, prefiere evitar enfrentamientos, los trata de manera impersonal y se aleja lo más rápido posible del caos.
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El fugitivo
Siempre trata de escapar del caos del tráfico escuchando música muy alto o hablando por celular. Conducir pasa a un segundo plano y así evita tener que interactuar con los demás conductores.
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Lo importante de reconocer en uno mismo los rasgos de una u otra personalidad, es tomar conciencia del peligro al que exponemos a todas las personas con las que compartimos la vía, cuando nos dejamos llevar por las emociones o dejamos en un segundo plano la conducción a la defensiva.
“Casi todas estas conductas pueden ocasionar situaciones peligrosas en la carretera. Saber qué tipo de conducta solemos manifestar y qué situaciones la provocan es el primer paso para controlarla mejor y hacer así de la carretera un lugar más seguro para nosotros y para los demás. Aparte de la aplicación efectiva de leyes contra la conducción agresiva, la educación y el conocimiento adquirido con la experiencia siguen siendo las estrategias más poderosas para tratar los aspectos sociales y emocionales de la conducción y para lograr los mayores avances en seguridad vial” Olivier Rousseau, Vicepresidente de Neumáticos de Consumo de Goodyear para Europa, Oriente Medio y África.